sábado, 5 de diciembre de 2015

Una tarde de Feria.

Una tarde de Feria.
por Gloria Guerrero Pereda
Cuando uno lleva muchos años de oficio en el periodismo aprende a disfrutar de algunas cosas que con seguridad a otros molestan. En otras palabras, aprende a disfrutar del sol quemante a las tres de la tarde, del polvillo mezclado sabe dios con que materia, de la aglomeración de personas en un ir y venir incesante por esta Feria Internacional Agropecuaria que cada fin de año se asienta en el Parque Granma de Bayamo ya por 18 años. Pudiera parecer que cada vez es lo mismo, pero no es así. Para mí, amén de la ardua competencia entre productores que llevan sus mejores animales, de las exposiciones de la ciencia y la técnica y otras novedades que en cada ocasión se repiten, lo nuevo siempre está en el Rodeo, ese modo indiscutible y siempre sorprendente de mostrar habilidades en el manejo de terneros, toros y TOOROOS...¡¡Por Dios¡¡¡... esta tarde, como quien monta en bicicleta, algunos montaron a un tal animal llamado La Bomba, pueden imaginarse, también fue montado el Gacho, que de gacho no tenía nada. y hubo revolcones de terneros y también , por supuesto, de vaqueros, todo amenizado con la música imprescindible para estos casos, de nuestro Mariachi bayamés Tierra Brava. Agréguele los jocosos comentarios de tres improvisados locutores que a cada momento ponían el punto sobre las ies. Llevo 18 años asistiendo a este evento y por eso cada vez lo miro con ojos diferentes.....Después, salí a disfrutar de la gente, de los olores del ambiente, en los que casi nunca se repara....es increible como se mezcla el aroma del cerdo asado con las fritangas de maíz, los tamales, los tostones, congrí, cebollas y ajos en ristras, helados, granizados, refrescos de colores, maní tostado, rositas de maíz, café recién colado, todo, claro, al mismo nuboso precio de siempre.. y los colores....todos los colores, todos los vestuarios, adecuados o no, ropas y gangarrias a la venta, bolsos, zapatos, el "copón divino" ... Así que entonces la Feria, que por demás rescata cada año las tradiciones ganaderas de nuestro país, también puede ser, si usted se fija en ella con otros ojos, una tarde para disfrutar.